de Fabio Arangio
Café: rojo, marrón y dorado, el color como medio de comunicación
Las grandes tostadoras italianas tienen raíces profundas que se remontan a finales del siglo XIX, un período crucial en el que el café comenzaba a transformarse de una simple bebida a un símbolo de socialización y cultura.
Entre estas tostadoras, la nuestra, Il Caffè Manaresi, fundada en 1898 en Florencia, destaca como un emblema de tradición y calidad. De la misma manera, Lavazza (1895 en Turín), Caffè Vergnano (1882 en Chieri, en Piamonte) y Caffè Hausbrandt (1892 en Trieste, un importante puerto de importación de café verde), han jugado papeles fundamentales en el desarrollo del café en Italia.
Estas empresas - junto con otras surgidas posteriormente, como por ejemplo Illycaffè en 1933 en Trieste - no solo han creado mezclas únicas, sino que también han creado una identidad nacional en torno al café, transformándolo en un verdadero ritual diario. El arte de la tostación, combinado con la pasión por la calidad, ha permitido a estas empresas convertirse en referentes en el panorama del café italiano.
Las mezclas históricas de Manaresi: la primera, la segunda y la tercera
Las mezclas de Caffè Manaresi están históricamente clasificadas en tres categorías: la primera, la segunda y la tercera. Cada mezcla se caracteriza por una proporción diferente de Robusta y Arábica, lo que permite ofrecer una gama diversificada de sabores.La primera mezcla prioriza la parte aromática del arábica, ofreciendo un café de alta calidad y de degustación. La segunda encuentra el equilibrio perfecto entre acidez, cuerpo y notas aromáticas, mientras que la tercera ofrece el clásico espresso italiano, fuerte y decidido.
Este cuidado en la selección de las materias primas y en la mezcla refleja la dedicación de nuestra empresa hacia la excelencia y la tradición, asegurando que cada taza de café cuente una historia de pasión y artesanía.
Lavazza y la introducción del color como herramienta de marketing para la identificación de la mezcla: Qualità Oro y Qualità Rossa
Lavazza tuvo un impacto extraordinario en la industria del café con la introducción de la Qualità Oro en 1956 y la Qualità Rossa en 1970.La Qualità Oro, con su mezcla mayoritariamente de Arábica, fue concebida para representar el máximo de la calidad, con un perfil aromático caracterizado por notas florales y afrutadas, lo que la hace ideal para el espresso. Esta mezcla se ha tostado cuidadosamente para resaltar sus sabores, y su reconocimiento ha sido amplificado por el icónico empaque dorado.
La Qualità Rossa, por otro lado, fue creada para satisfacer el gusto de los italianos, combinando Robusta y Arábica para un sabor redondo y envolvente. El uso estratégico de los colores rojo y oro no solo facilitó el reconocimiento de las mezclas, sino que también ayudó a construir una identidad visual fuerte y duradera, permitiendo a los consumidores asociar de inmediato un color con una experiencia de sabor.
La gestión de De Nozza en Caffè Manaresi
En 1986, Caffè Manaresi experimentó un cambio de propiedad, pasando a manos del Dr. De Nozza, un empresario ya conocido por su éxito con la tostadora La Cubana en Lucca.Bajo su dirección, además del rediseño de la marca, que presume de ser una de las pocas concesiones de la imagen del David de Miguel Ángel en Florencia, nuestra empresa adoptó una nueva estrategia de marca, introduciendo los nombres Rosso, Marrone y Oro para identificar sus mezclas históricas, siguiendo la tendencia lanzada por Lavazza y popularizada por inolvidables comerciales televisivos en los años 80 con Nino Manfredi y Nerina Montagnani.
Estos nombres y el correspondiente empaquetado no solo hicieron que las mezclas fueran más reconocibles, sino que también rindieron homenaje al innovador trabajo de marketing de Lavazza, que tuvo el mérito de transformar el café en un símbolo del estilo de vida italiano, celebrando no solo el producto, sino también la experiencia y el ritual que lo acompañan.
El enfoque de De Nozza supo combinar tradición y modernidad, retomando una historia fascinante y haciendo que las mezclas Manaresi fueran protagonistas en el panorama del café italiano.