Il Caffè Manaresi: custodios de la tradición italiana del espresso

Con este artículo inauguramos una nueva sección en el sitio web y nuestro compromiso de dar a conocer más de cerca nuestra empresa. En resumen, la narración de historias en nuestros días.

Intentaré contarles en unos pocos párrafos qué representa Il Caffè Manaresi y por qué, personalmente, lo considero una empresa importante y un gran ejemplo italiano.

Cuando se piensa en Italia, entre los muchos aspectos de nuestro país, también se piensa en el café espresso, o simplemente en el espresso, el espresso italiano.

Si estás leyendo esto, probablemente sea también porque el café es parte de tu vida y de tus costumbres. Ya sea la forma en que comienzas tu día, un momento de pausa o de compartir con otros. O quizás la manera en que concluyes una comida, ya sea simple o formal.

El café, una tradición presente en muchos países y culturas

Con tradiciones y modos de preparación diferentes, el café es una bebida presente en muchos países y en muchas culturas. Por ejemplo, hace unas semanas tuve la oportunidad de visitar, en un viaje por carretera, algunos países balcánicos, donde el café está omnipresente, tanto como espresso al estilo italiano, como bebida contemporánea al estilo americano, así como bebida tradicional como el café turco o el café bosnio.

La tradición del café antes del espresso: de Etiopía, pasando por el mundo árabe hasta Italia

Antes de la llegada del café espresso, las tradiciones relacionadas con el café ya eran profundas y variadas en todo el mundo. El origen del café se remonta a la antigua Etiopía, donde las tribus nómadas masticaban bayas de café por sus propiedades energizantes.

El café se difundió luego en el mundo árabe, donde se convirtió en una bebida popular gracias al método de preparación que consistía en hervir los granos molidos con agua y especias, como en el caso del café turco.

En el 1600, el café llegó a Europa y pronto se convirtió en un fenómeno cultural, con la apertura de las primeras cafeterías en Venecia y Londres. Estos lugares no solo eran puntos de descanso, sino verdaderos centros de intercambio intelectual y debate político. La preparación del café variaba de una región a otra, pero los métodos comunes incluían el uso de la cafetera napolitana en Italia y la cafetera de filtro en Francia.

La invención del café espresso, una costumbre italiana

La invención del café espresso marca un hito en la historia del café y representa un ícono de la innovación italiana.

La máquina para espresso de Angelo Moriondo (1884)

El primer prototipo de máquina para espresso fue patentado por Angelo Moriondo en 1884 en Turín, y permitió obtener un café más concentrado y aromático en pocos segundos, gracias a la presión del agua a través del café molido.

Il Caffè de' Ritti del Cavalier Alessandro Manaresi (1898)

Y es precisamente en estos años de finales del siglo XIX cuando el nombre Manaresi contribuyó al surgimiento de la cultura del espresso. En 1898, el Cavalier Alessandro Manaresi, padre de nuestra empresa, con Il Caffè de' Ritti en Florencia, lanzó una nueva moda: tomar el café de pie, y no más en la mesa como antes, gracias también a esta nueva tecnología que permitía una preparación mucho más rápida, es decir, express.

Il Caffè Manaresi, guardianes de una cultura de calidad del café italiano

Si pienso que, casi 130 años después, Il Caffè Manaresi aún produce las tres principales mezclas de antaño, me emociono. Las mezclas que antes llamábamos la primera, la segunda y la tercera, y que hoy - para adaptarnos a los tiempos - hemos rebautizado Oro, Marrón y Rojo, como el color de los envases.

Hablar con orgullo de Il Caffè Manaresi es hablar de un ejemplo de emprendimiento que tiene a Italia en el corazón y que nunca ha comprometido la calidad del café, a pesar del advenimiento del marketing y las turbulencias del mercado del café.

Il Caffè Manaresi, tostadores de café

Me llamo Fabio, colaboro desde hace muchos años con la empresa para ayudarla a actualizarse y, como me dicen, ayudarla a entrar en este milenio. Pero mi vínculo con Manaresi no es solo profesional, sino también emocional. La atención a los detalles, la dedicación, la honestidad del trabajo diario, desde la selección y mezcla de los granos de café, hasta el tueste y el envasado manual, representa algo raro y valioso que siempre logra sorprenderme y emocionarme, en la perfección de su simplicidad.